Hoy estamos ante una de las lesiones cutáneas que más picor produce. Se caracteriza principalmente porque la piel afectada se vuelve gruesa y se descama con facilidad, de manera que se observan una especie de "pielecillas" que se desprenden con el rascado.
Fuente: www.health.com |
Estamos hablando de la neurodermatitis, también conocida como liquen crónico. Esta complicación cutánea es lo que llamaríamos el círculo vicioso del rascado-picor (o "no te rasques que es peor"). Las causas que lo inician pueden ser cualquier cosa que provoque picor: hongos, calor, irritación, estrés, etc. Lo que nos lleva a la segunda parte del problema. El rascado persistente provoca una reacción de defensa en nuestra piel, ya que al final el rascarse es una agresión en sí, y la reacción consiste en engrosarse formando una placa con escamas. Esta lesión puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, cuero cabelludo, cuello, antebrazos o piernas, o incluso en los genitales.
Respecto al tratamiento, deciros que es fácil y complicado a la vez, ya que lo principal es que hay que dejarse de rascar. Normalmente, ponemos corticoides tópicos para aliviar el picor y mejorar el engrosamiento de la piel y algún antihistamínico con efecto sedante por la noche (sobre todo para evitar el rascado nocturno). Pero si el paciente no se convence de que debe de dejar de rascarse, no hay tratamiento con valga.
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