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31 ene 2015

Lecciones de medicina: "El garrotillo" de Francisco de Goya

El cuadro que os presento hoy es "El garrotillo" de Francisco de Goya. Aunque ese no era el título original, Gregorio Marañón, antiguo propietario de la obra, lo rebautizó así y le dio su propia interpretación. Sabemos por datos de catalogación que este cuadro representa una escena de El Lazarillo de Tormes, el momento en que el amo ciego abre la boca de Lázaro para comprobar, oliéndole, que se ha comido la longaniza que el amo estaba asando.

El garrotillo. Francisco de Goya

Respecto a la interpretación de Don Gregorio, el garrotillo era el nombre con el que se conocía popularmente la difteria. Este nombre deriva del archiconocido "garrote vil", método de ejecución ampliamente usado en España antaño, y es que la difteria también mataba asfixiando a sus víctimas.

Fuente: www.infirmus.es
Esta enfermedad, causada por Corynebacterium diphteriae, era típica de la edad infantil y se caracterizaba especialmente por la aparición de placas membranosas en las vías respiratorias y digestivas. A partir de estas membranas, donde la bacteria crece, forma toxinas que son liberadas a la circulación y dañan principalmente al corazón, los riñones y el sistema nervioso. Otra forma distinta de la enfermedad da sintomatología cutánea, con lesiones enrojecidas en la piel bastante dolorosas.

Cuando estas placas se forman en faringe y laringe, pueden llegar a obstruir completamente la vía aérea, asfixiando al individuo. Por este motivo, antiguamente era un remedio tradicional, aunque poco eficaz, introducir los dedos en la garganta del niño para intentar romper las membranas y evitar la asfixia.

A día de hoy, la difteria es una enfermedad prevenible gracias a la vacuna que se administra junto al tétanos y la tos ferina. De hecho, en España no hay casos de difteria desde 1987.


Si queréis contemplar este cuadro en vivo y en directo, se encuentra en la Colección Araoz, en Madrid.

12 oct 2013

¿Cómo ve un bebé?

Uno de las primeras cosas que te preguntan los padres en una sala de partos es si el recién nacido los ve. La mayoría ya intuyen que los niños no nacen ciegos, aunque no ven tan bien como muchos creen. Y es que, aunque a veces se nos olvida, hay que aprender a ver, igual que a caminar o a hablar. Aprender a fijar la vista en los objetos, mover los ojos de manera coordinada y otras facultades visuales es una tarea que requiere práctica.

Si bien los recién nacidos están dotados de todas las estructuras ópticas necesarias para una correcta percepción visual, son muy hipermétropes (el 75% de los niños nacen con 2,50-2,75 dioptrías), puesto que los ojos tienen un diámetro corto y la imagen se forma detrás de la retina. De modo que la visión en los primeros días de vida consiste básicamente en distinguir luces y sombras. Conforme crece el niño, el ojo va creciendo y, por tanto, disminuye la hipermetropía, aunque en una parte importante de la población esta corrección no es completa y puede persistir una hipermetropía residual que no hace falta tratar

Debido a esta imperfección visual, los recién nacidos prefieren imágenes bien perfiladas, móviles y con relieves (puesto que es lo que ven mejor), un  buen ejemplo son las caras humanas.

Alrededor del mes de vida, los bebés ya son capaces de seguir con la mirada un objeto, ya que los contrastes cada vez son más definidos. Además empiezan a formar lágrimas con todos sus componentes acuosos, mucosos y proteicos (antes de este momento, los ojos del bebé están protegidos por secreciones, pero al no estar todos los componentes, no se forman las lágrimas del llanto tal y como las conocemos). 

Fuente: lasermom.wordpress.com
 
Por otro lado, al no enfocar bien y debido a la inexperiencia del niño, los ojos pueden no estar bien alineados durante los 6 primeros meses, dando la impresión de encontrarnos ante un estrabismo. Por este motivo, no se puede valorar la presencia real de este problema hasta más allá de los 6 meses.

El ojo infantil crece hasta los 8 años (si no hay problemas de refracción, vease la miopía). La agudeza visual máxima se alcanza a los 5 años de edad aproximadamente.

Como nota friki os dejo un enlace de la Universidad de Stanford, donde se pueden subir fotos para simular como las ve un bebé de diferentes edades: http://tinyeyes.com/tinyeyes/


Fuentes: 
  •  Ceriani Cernadas; Neonatología Práctica. Ed. Médica Panamericana. 2009. 4ª edición. Buenos Aires.

1 feb 2013

Tiene narices la cosa...

En pleno invierno no puede faltar en cualquier blog de medicina un post sobre mocos, resfriados o similares, y como el tema de la gripe ya empieza a estar un poco resobado, pues hablaremos hoy de narices. Narices de bebés, narices con mocos y narices de cuento.

¿Es cierto que los bebés solo saben respirar por la nariz?

Sí, los bebés no tienen la capacidad de respirar correctamente por la boca debido a la anatomía propia de su edad. Tienen una boca muy pequeña ocupada casi por completo por una lengua que comparativamente es muy grande, de manera que poco espacio les queda para nada más y la lengua suele ocluir gran parte de las vías aéreas dentro de la cavidad bucal. Además, la laringe de los bebés tiene una posición muy alta, respecto a la de los adultos, con lo que su epiglotis (el cartílago que abre y cierra la laringe para evitar que los alimentos se cuelen por la vía respiratoria) se puede superponer al paladar blando durante la deglución, permitiendo que el niño respire y trague a la vez sin ningún peligro.

Cuando los bebés se resfrían lo pasan francamente mal, la boca es la única alternativa. Para optimizar ese espacio bucal tan pequeño recurren al llanto continuado; esta técnica les permite ampliar la cavidad y, lo que es más importante, llorar hace que generen la suficiente presión para que el aire entre en un espacio tan reducido.

No es hasta los seis meses de edad cuando los niños pueden empezar a usar la boca como alternativa para respirar de manera normal, ya que los músculos de la lengua, la cara y el paladar se desarrollan en las proporciones adecuadas y la epiglotis se desplaza hacia abajo para separarse del paladar blando. Esta modificación de la posición de la epiglotis y la laringe aumenta el riesgo de que los alimentos se introduzcan en la vía respiratoria accidentalmente, pero también es la responsable de la formación de las vocales y en parte de que podamos hablar.

Aquí os dejo un vídeo de Youtube sobre los cambios en el aparato fonatorio y bucal que permite entender mejor lo descrito arriba.



¿Por qué cuando estoy resfriado primero me noto un orificio nasal más obstruido y luego el otro?

Este hecho curioso no hace más que poner de relevancia algo de lo que no somos conscientes cuando no estamos resfriados: las fosas nasales se alternan en ciclos respiratorios. El flujo de aire que pasa por ambas fosas es asimétrico y alternante, siguiendo cambios de congestión de la mucosa (a mayor descongestión, más flujo aéreo por esa fosa) que se alternan espontáneamente varias veces al día. Estos cambios de resistencia son recíprocos e inversos, de modo que el flujo total de aire no cambia y nosotros no notamos nada. La cosa cambia cuando nos resfriamos, ya que el ciclo no cambia y notamos que los mocos nos molestan en la fosa que permite pasar más aire.

¡Cuidado con los descongestionantes que se venden en las farmacias! Alteran el ciclo normal de vasoconstricción y vasodilatación de la mucosa nasal y si se abusa de ellos se puede notar un efecto rebote de mayor congestión nasal que hace que la gente los use de manera recurrente, pudiendo llagar a una verdadera adicción.

¿Qué es el efecto Pinocho?

Cuando mentimos no nos crece la nariz, pero el aumento de adrenalina y noradrenalina desencadenado por la mentira aumenta el flujo sanguíneo hacia la cara, por lo que se inflama la mucosa nasal, que produce una molesta sensación y la poco reprimible necesidad de rascarnos. Este es el motivo por el que se opina que una persona que se toca repetidamente la nariz en un momento determinado puede estar mintiendo.

30 ago 2012

¿Qué es eso? La costra láctea

La costra láctea es esa especie de capa grasienta, descamativa y amarillenta que recubre el cuero cabelludo de algunos bebés, generalmente durante los tres primeros meses, aunque en algunas ocasiones se prolongue durante más tiempo.



La costra láctea se asemeja por su aspecto a la dermatitis seborreica que sufren algunos adultos. De hecho, la causa parece deberse también a una hiperestimulación de las glándulas sebáceas, ya que en los primeros meses de vida el bebé aún tiene parte de las hormonas sexuales que su madre le pasó durante el embarazo a través de la placenta, aspecto que puede activar las glándulas sebáceas. Esta influencia hormonal es la misma que hace que algunos recién nacidos presenten acné neonatal o incluso lleguen a expulsar algo de leche por los pezones. El exceso de grasa hace que las células del cuero cabelludo que van muriendo queden pegadas y formen una costra. Y aunque no es muy frecuente, esta condición puede extenderse a otras zonas del cuerpo con abundantes glándulas sebáceas, como las cejas, las ingles o detrás de las orejas.

Otros factores como la falta de higiene o de cuidados han sido plenamente descartados, puesto que la costra láctea es un evento normal, que sucede con mucha frecuencia, y de ningún modo es contagioso.


¿Debemos preocuparnos ante un bebé con costra láctea?

Definitivamente, no. No se trata de una enfermedad, se resuelve en unos meses por sí misma y el niño no tiene molestias, pues ni pica ni duele, a pesar de que en la base de las costras veamos un fondo enrojecido. En unos meses, las hormonas sexuales irán agotándose y las glándulas quedarán aletargadas hasta la adolescencia. 

El único problema asociado a este fenómeno es que es más probable que, cuando el niño sea adulto, padezca dermatitis seborreica o acné, puesto que sus glándulas responden de una manera más activa ante los estímulos hormonales.

¿Tratar o no tratar?

En principio, lo mejor es no hacer nada y esperar a que caiga por sí sola. Pero si preocupa mucho a los padres, se puede aplicar aceite de oliva o vaselina con cuidado y aclarar con agua para acelerar su caída. No hace falta recurrir a productos especializados, excepto que se extienda a otras zonas del cuerpo y se alargue excesivamente en el tiempo.

Y, ¡muy importante!, nunca rascar las escamas porque podrían infectarse.

15 may 2012

¿Qué es eso? La prueba del talón

Todos sabemos que a los recién nacidos se les saca unas gotitas de sangre del talón justo antes de salir de alta del hospital. Mucha gente cree que esa prueba es una analítica como la que nos hacemos nosotros de vez en cuando. Pero, ¿qué se mira exactamente en esa prueba?

                                                   

La prueba del talón, diseñada en 1961 por el Dr. Guthrie, permite detectar algunas enfermedades metabólicas mediante la recolección de unas gotas de sangre en un papel de filtro cuando el recién nacido tiene entre 2 y 5 días de vida. En España, miramos básicamente dos enfermedades: hipotiroidismo congénito y fenilcetonuria, y alternativamente otros centros ofrecen cribar fibrosis quística e hiperplasia suprarrenal congénita. Pero este cribaje puede variar según los países; por ejemplo, Estados Unidos ofrece el cribado de 29 enfermedades genéticas mediante esta prueba.

¿Por qué solo estas enfermedades?

El hipotiroidismo congénito es una enfermedad relativamente frecuente (1 de cada 3500 recién nacidos), producida por un defecto de la tiroides desde el nacimiento. El motivo para investigarla es que sin tratamiento produce retraso mental en el niño (cosa que no ocurre en el hipotiroidismo que aparece en la edad adulta) y su tratamiento es tan simple como dar al bebé su dosis de levotiroxina de manera artificial.

La fenilcetonuria es una enfermedad enzimática debida a la imposibilidad de metabolizar la fenilalanina por falta de fenilalanina hidroxilasa, aminoácido que ingerimos con la dieta, de modo que esta se acumula y afecta a diferentes órganos, especialmente al sistema nervioso central. Al detectar la alteración de manera precoz, podemos advertir a los padres para que modifiquen la dieta del bebé, empezando por dar una lactancia especial libre del aminoácido.

La hiperplasia suprarrenal congénita es una enfermedad muy poco frecuente (1 de cada 15000 recién nacidos) pero con unas consecuencias muy graves, puesto que implica un bloqueo en la producción natural de corticoides, junto con rasgos de virilización en niñas y riesgo de deshidratación en los primeros 15 días de vida, motivos suficientes como para encontrar fundamentado su despistaje.

El caso de la fibrosis quística es especial; hacemos cribado porque se trata de la enfermedad genética más prevalente en Europa (1 de cada 2000 recién nacidos) y el tener diagnosticado a ese niño desde el nacimiento nos facilita saber cómo actuar cuando aparecen los primeros síntomas (porque no perdemos tiempo con el diagnóstico), pero cuando damos el resultado de las pruebas a los padres, a diferencia de las enfermedades anteriores, no hay un tratamiento preventivo que evite la aparición de los síntomas.

¿Por qué entre los 2 y 5 días, y no antes o después?

Lógicamente si realizamos el cribado tan precozmente es porque si detectamos estas enfermedades antes del primer mes de vida podemos evitar lesiones neurológicas irreversibles, y además haciéndolo antes de dar el alta a los 2-4 días del nacimiento es una buena manera de que el cribado se realice en el mayor número de recién nacidos posibles, puesto que casi todas las madres dan a luz en un hospital (si lo pospusiéramos para la revisión de la semana de vida con el pediatra del ambulatorio, puede ser que el número de bebés revisados se redujera un poco).

Además antes de hacer la prueba deben haber pasado 48 horas para evitar falsos resultados. Con 48 horas, el bebé ya ha ingerido suficiente fenilalanina de la leche materna como para saberse si no puede metabolizarla. Además en este tiempo ya ha eliminado del cuerpo del bebé el efecto de "depuradora" que  tiene la placenta y que podrían confundirnos en el diagnóstico del hipotiroidismo, la hiperplasia suprarrenal y la fibrosis quística (ya que para diagnosticar estas tres enfermedades es necesaria la elevación de algunos productos hormonales, que la placenta se dedica a eliminar del cuerpo del feto durante la vida intrauterina).

Para acabar, recordamos que el cribado neonatal es una actividad esencial y obligatoria dentro de las actuaciones en Salud Pública, puesto que 1 o 2 de cada mil niños que nacen aparentemente sanos padece en realidad un trastorno metabólico.