Hace unos días la American Psychiatric Association ha renovado el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), que es la biblia de los psiquiatras, y se estrena la nueva y flamante quinta edición. El DSM es un manual que recoge los criterios que debe cumplir un paciente para ser diagnosticado de las enfermedades psiquiátricas que estén validadas oficialmente. En psiquiatría se carecen de marcadores analíticos (aunque seguramente acabaremos viéndolos algún día, tiempo al tiempo...) y de imagen para poder corroborar trastornos, así que los criterios son todo clínicos y, no pocas veces, subjetivos.
Pinel liberando a los alienados de la Salpêtrière de Tony Robert-Fleury (Fuente: http://fr.wikipedia.org/wiki/Philippe_Pinel) |
Entre los cambios más destacados se incluyen la aceptación oficial de nuevos trastornos, algunos bien conocidos, como el síndrome de Diógenes, el trastorno alimentario por atracones (que, a diferencia de la bulimia, no vienen acompañados de conductas purgativas tras el atracón), el trastorno por excoriación (gente que se araña y arranca fragmentos de piel compulsivamente) y el trastorno de la afectividad disruptiva (niños con alta irritabilidad y explosiones de ira frecuentes).
Además se amplia el rango de los trastorno del aspectro autista, incluyendo el síndrome de Asperger, que hasta ahora quedaba en tierra de nadie y el trastorno desintegrativo infantil (niños que tienen un desarrollo normal hasta los 3-4 años y luego involucionan en las áreas previamente adquiridas sin que haya una explicación orgánica a lo sucedido). También se describe con mayor precisión el área de trastornos por estrés postraumático.
Por otro lado, se han rechazado algunos trastornos descritos, como la psicosis atenuada o el síndrome depresivo-ansioso, por tener criterios tan laxos que podrían incluir a una buena parte de la población. Tampoco se han incluido los trastornos por hipersexualidad ni el síndrome de alienación parental (que no es más que uno de los padres, durante un proceso de separación, pone a los hijos en contra de la otra figura parental).
Se estima que el 25% de la población general va a cumplir los criterios de alguna de las enfermedades que incluye el DSM en algún momento de su vida. ¿Somos una sociedad mentalmente maltrecha, estamos sobrediagnosticando a nuestros pacientes, o ambas cosas a la vez?
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