6 sept 2011

Van Gogh y su época amarilla, ¿propia decisión o efecto secundario?

Una de las principales características de la pintura de Van Gogh es el uso reiterado del color amarillo en sus lienzos, un hecho con el que se ha especulado bastante. ¿Se trata de una elección del artista, como la época azul de Picasso, o podría estar relacionado con su historial médico?

La primera hipótesis surgió de su conocida afición a la absenta, el licor por excelencia en los entornos bohemios que solía frecuentar, que contiene tujona, un aceite relacionado químicamente con el alcanfor. Un consumo excesivo de esta sustancia podría provocar que una persona lo viera todo en halos amarillos. Sin embargo, más tarde, se comprobó que la cantidad necesaria para provocar dicho efecto serían unos 182 litros de absenta.

Retrato de Paul-Ferdinand Gauchet



La segunda hipótesis es bastante más plausible y se relaciona con una intoxicación con digital. El digital, hoy en día consumido en forma de digoxina, fue uno de los primeros fármacos usados en medicina, principalmente para combatir problemas cardíacos. Aunque ahora no es un efecto secundario muy común (ya que podemos controlar muy bien las concentraciones de digital en sangre), antiguamente no era raro que los pacientes que lo consumían se quejasen de ver halos amarillentos o de verlo todo tirando a amarillo (xantopsia). El médico de Van Gogh, el Dr. Gachet, podría haber tratado sus crisis maníaco-depresivas con digital, una práctica común en aquellos tiempos, puesto que se le atribuían propiedades sedantes y antiepilépticas. En la foto, podemos ver que el Dr. Gachet tiene un ramo de Digitalis purpurea, de donde se extrae el digital.


Muchos de los trabajos de Van Gogh tienen estas características. La noche estrellada, Terraza de café por la noche, Los girasoles, Campo de trigo con segador y sol, e incluso en los retratos que hizo de sí mismo y del Dr. Gachet la piel de ambos aparece con un malsano tono amarillento. 

Campo de trigo con segador y sol

La noche estrellada









 






Alternativamente, también se ha propuesto que los halos de su pintura fueran debidos a un glaucoma. El aumento de la presión intraocular puede provocar un edema (hinchazón) en la córnea, de manera que la luz modifica su refracción y el paciente ve halos coloreados alrededor de las fuentes de luz. Esta tercera hipótesis no goza de mucha popularidad, puesto que el glaucoma es muy raro en individuos menores de 40 años (y Van Gogh se suicidó a los 37 años).

Sea como fuere, con o sin ayuda del digital, siempre nos quedará su estilo inconfundible y que hace que sospechemos que una obra es suya, a pesar de ser la primera vez que la veamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario